Millesime GNP: El Punto de Encuentro de los Paladares Exigentes

Millesime GNP celebró su decimotercera edición con un homenaje visual a los “locos años veinte”: art déco, jazz al estilo Chicago y un diseño firmado por el arquitecto Mauricio Galeano bajo la dirección de Manuel Quintanero. Más allá del glamour, la fiesta y su atmósfera, funciona como un laboratorio serio para marcas, chefs y restauranteros que buscan conectar con clientes y descubrir nuevas oportunidades de negocio, aunque también les ayuda a los asistentes a ser parte de la comunidad que siempre quiere productos más allá de lo tradicional, con tintes de lujo y que gusta de aires sofisticados. 

“En este tipo de eventos puedes conocer a tus clientes, qué marcas y tendencias prefieren, y siempre abren puertas para mejorar como empresa”, dijo Asgard Crosby, gerente de marca de Vinos La Castellana en entrevista con este medio de comunicación.

Por otro lado, para Eduardo Nava Mendoza, owner de Bar Mauro, el evento representó una herramienta de visibilidad. “Funcionan para que personas conozcan tu bar, por ejemplo, pese a no haber conocido el lugar. Hacer publicidad, llegar a otros públicos”, comentó. En sus palabras, comentó que es un megáfono que traslada proyectos y menús a audiencias que luego pueden convertirse en clientes habituales.

Del lado de los asistentes, como Jimena, confirmó que la dimensión social impulsa la experiencia y señaló que en estos eventos “haces conexión con los productos: encontrar amigos, descubrir marcas”. 

Esa capacidad de congregar foodies, profesionales, compradores y curiosos, transforma a Millesime en “el medio para que restaurantes o proveedores se den a conocer”, y explica por qué su impacto trasciende la noche del evento.

“Su valor está en que activan la economía de un sector”, dijo uno de los participantes entrevistados.

La propuesta gastronómica fue, como siempre, un despliegue internacional y local que alimentó tanto el paladar como las conversaciones. Entre los productos ofrecidos se encontraron el gazpacho de cereza, pistache y queso fresco de Hans Neuner (Ocean, Portugal), hasta la pesca marroquí con cuscús de Tomás Kalika (Mishiguene, Buenos Aires). Chefs nacionales sorprendieron en el Open Bar con creaciones como la gordita de hongos Malinche de Paco Molina o la tostada de tartare de cecina y hormiga chicana de Víctor Toriz, ganador del premio “Joven Chef” por Motorola.

“El momento perfecto para entender hasta la personalidad de un chef se transmite en un platillo”, dijo Laura Bucer, asistente del evento, quien además señaló que Millesime ofrece “una oportunidad para ver la cultura en el medio” y entender el detrás de cada cocina.

El evento contó con seis restaurantes efímeros, cada uno inspirado en diseño, historia y arte, y 4,000 m² dedicados a cocina en vivo, vinos, trufa, mixología y música.

Millesime GNP se consolidó como un hot spot donde el networking y la experiencia gourmet convergen. Para marcas que buscan a su próximo público, y para comensales que quieren descubrir su próxima marca favorita, la fórmula vuelve a resultar casi infalible. 

Creada además para una comunidad que aprecia los detalles que hacen memorable cada bocado.

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