Reindustrialización: la estrategia clave para construir economías resilientes y diversificadas

Alejandro Caso, Líder del Sector de Manufactura en Capgemini para el Norte de Latinoamérica, analiza los alcances de la reindustrialización en la región. Destaca cómo los cambios en sectores como automoción, baterías y almacenamiento de energía están acelerando la necesidad de nuevos procesos industriales, el rol de tecnologías como la inteligencia artificial generativa, los gemelos digitales y la nube, así como los desafíos de sostenibilidad. También explica las condiciones que hacen de México un destino estratégico para la relocalización de inversiones, frente a competidores como India o Vietnam

La conversación global sobre el futuro de la manufactura está marcada por la necesidad de repensar la manera en que los países producen, consumen y compiten. En este contexto, la reindustrialización se ha convertido en un concepto central para gobiernos y empresas que buscan construir economías más resilientes y diversificadas. Alejandro Caso, Líder del Sector de Manufactura en Capgemini para el Norte de Latinoamérica, explica que se trata de un proceso destinado a recuperar o fortalecer la industria en una región.

En exclusiva para Poder México, explicó que la reindustrialización es un proceso que busca recuperar o fortalecer la industria en un país o región.

“Se trata de hacer las cosas de una forma mejor, más novedosa, más barata, con mayor calidad, menor riesgo, más rápido, más cerca de los clientes y con mayor colaboración con quienes consumen”, señala. En su visión, fortalecer la industria permite a las economías incrementar su resiliencia, diversificar fuentes de crecimiento y defenderse mejor de las variaciones macroeconómicas y de agentes externos.

Este esfuerzo no puede realizarlo una empresa en lo individual. Se requiere la participación de compañías, gobiernos, proveedores y clientes; es un esfuerzo común que conlleva complejidades, pero que a la vez genera beneficios porque son múltiples actores impulsando el mismo proceso”, afirma. La creación de clusters, la cercanía con proveedores y la colaboración en el diseño y la entrega de productos forman parte central de esta estrategia.

Caso enfatiza que la reindustrialización se vuelve aún más relevante en sectores que están experimentando cambios radicales, como la automoción, el almacenamiento de energía y la fabricación de baterías.

Los cambios en un coche hace diez años eran muy parecidos a los de hace veinte; hoy, en un año vemos transformaciones más drásticas que en décadas anteriores. Lo mismo ocurre con baterías y dispositivos electrónicos”, explica.

La industria automotriz es un ejemplo. Durante años, la discusión se limitaba a gasolina o diésel. Ahora, el mercado incluye híbridos de distinta configuración, eléctricos puros e incluso tecnologías como hidrógeno. “Estos cambios aceleran la necesidad de reindustrializar. En México, varias empresas ya instalan gigafábricas para baterías destinadas a vehículos híbridos y eléctricos, mientras que en procesos más tradicionales se incorporan conceptos avanzados de manufactura”, indica.

El ejecutivo subraya que la reindustrialización no es una moda. Datos del más reciente análisis de Capgemini muestran que 66% de las empresas ya tienen estrategias de inversión directa en este rubro, frente al 59% del año anterior. Al respecto, el informe señala que 77% de las compañías consideran a la inteligencia artificial generativa como la tecnología más importante para fortalecer sus procesos industriales.

El análisis de datos ocupa el segundo lugar, con énfasis en la capacidad de monetizar la información y tomar decisiones a lo largo de la cadena de valor. “Los paradigmas tradicionales cambian. El análisis masivo de datos permite identificar factores de calidad que antes no se consideraban y compartir esa información para optimizar seguros, servicios y operaciones”, explica. La nube constituye un habilitador central, al facilitar procesamiento y explotación de información a menor costo.

La sostenibilidad aparece como un factor cada vez más determinante en las decisiones de inversión. Hace diez años la sostenibilidad era vista como un discurso. Hoy, 73% de las empresas la consideran un eje de la reindustrialización, contra 56% el año anterior. El salto de 17 puntos porcentuales refleja que ya no se trata de una intención, sino de una obligación”, afirma. La presión de reguladores, empresas y consumidores converge en la exigencia de reducir impacto ambiental en toda la cadena de valor.

Esto incluye medir con precisión la huella de carbono, desde la fabricación de productos hasta el consumo energético de data centers. “La medición debe incorporar toda la cadena: generación de energía, logística, viajes asociados, operación de plantas. Es una tendencia clara y global, en la que Europa va más avanzada que Estados Unidos o México, pero que alcanzará a todos”, señala.

La discusión también abarca las condiciones de México frente a la relocalización de inversiones. Caso indica que 41% de las empresas entrevistadas en el estudio consideran al país un destino atractivo para el nearshoring. Factores como la cercanía geográfica con Estados Unidos y Canadá, tratados comerciales, desarrollo de clusters industriales y disponibilidad de profesionales especializados fortalecen esta posición.

Sin embargo, advierte que los retos incluyen el marco político, la seguridad, la infraestructura física y digital, y la coordinación entre actores.

“No es un esfuerzo individual. Gobierno, empresas y consumidores deben sumarse para sostener un círculo virtuoso. Si un factor se queda rezagado, se convierte en un freno para la reindustrialización y la resiliencia económica”, señala.

Frente a competidores como Vietnam o India, México tiene ventajas en ubicación y acceso a mercados. No obstante, Caso enfatiza que estas ventajas deben complementarse con inversiones en infraestructura, desarrollo de talento y condiciones regulatorias claras. La geografía ayuda, pero no es suficiente; debe ir acompañada de un ecosistema completo que permita aprovechar la oportunidad”, concluye.

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