A 111 años de historia, Maserati redefine el lujo automotriz en México
- Kathya Santoyo
- octubre 9, 2025
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- industria automotriz, Maserati
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Más allá de vender autos, Maserati quiere consolidarse como un referente del estilo de vida italiano en México. Su nuevo liderazgo apuesta por experiencias exclusivas, electrificación sin perder esencia y una posventa pensada para acompañar al cliente.
Maserati no se compra, se vive. Con esa frase, Rodnei Silva, director general de Maserati México, sintetiza el nuevo enfoque que la firma italiana adopta para el país, en un momento de transformación del sector automotriz global y a solo unos meses de haber asumido el liderazgo de la marca en el mercado nacional.
México representa una pieza fundamental para Maserati en América Latina. Aunque Brasil lidera la producción automotriz en la región, México destaca en el segmento de lujo con 50 mil vehículos vendidos anualmente, frente a los 35 mil de Brasil, a pesar de contar con una industria automotriz total más pequeña. “Es un mercado con 3.5 millones de vehículos producidos al año, pero con un mercado interno de 1.5 millones. México sigue siendo un mercado clave para todas las marcas automotrices, especialmente en el segmento de lujo”, afirma Silva.

El lujo como experiencia completa
Silva subraya que Maserati no busca competir en volumen ni replicar fórmulas del mercado masivo. “Es una marca italiana de 111 años. Nació en 1914 en Bolonia y siempre estuvo un paso adelante. Fue la primera en lanzar un deportivo italiano en 1926 y la primera en poner motores centrales en vehículos deportivos”, explica.
Ese legado se mantiene en cada modelo actual. “Conservamos todo ese espíritu de carrera, de competencia, de emoción, con una atención al detalle que no se encuentra en otras marcas del segmento. Seguimos siendo Maserati, más de 100 años después”, asegura.
Silva afirma que, a diferencia de marcas que venden miles de vehículos al mes, Maserati puede ofrecer una experiencia verdaderamente exclusiva. “La relación con el cliente no debe ser un simple evento de compra. Queremos que sea una relación continua y cercana. Por eso hemos diseñado un programa de mercadeo con experiencias de vida: golf, gastronomía, vino, hoteles”.
Maserati aspira a convertirse en curador de estilo de vida. “Queremos que la gente se acostumbre a compartir con Maserati momentos especiales. Comprar un auto es una consecuencia. Disfrutar la vida con otros debería ser el reto principal”, sostiene.

La estrategia de Maserati se estructura en tres pilares: producto, posventa y estilo de vida. En cuanto al producto, destaca el nivel de personalización. “Tenemos más de 26 colores y múltiples interiores. Literalmente es tu Maserati”, afirma. Esta filosofía se ve respaldada por la oficina de customización “Fuoriserie” o fuera de serie, la cual permite a cada cliente crear un vehículo único.
En posventa, Maserati busca mantener una relación constante y cercana con sus clientes, incluso fuera de las grandes ciudades. La marca ha desarrollado esquemas que garantizan atención personalizada sin importar la ubicación del comprador. “Ofrecemos soluciones como asistencia técnica especializada, traslados programados y un ecosistema de servicio que acompaña al cliente más allá del punto de venta”, explica Silva.
El tercer eje son las alianzas estratégicas con marcas del mundo del lujo. “Vamos a lanzar una colaboración con una marca de relojes, con piezas únicas. Queremos que la gente tenga acceso a productos exclusivos como un reloj del cual solo hay 12 en el país”.

Crecer sin masificarse
Rodnei Silva asegura que el mercado mexicano tiene una particularidad clave para la marca. “El cliente de lujo en México no tiene un solo vehículo de lujo. Tiene varios. Y ahí Maserati cumple un rol distinto: combina confort y deportividad”, describe Silva. El ejecutivo relata que incluso los modelos superdeportivos, como el MC20, pueden usarse en el día a día.
Esta facilidad de uso, sin sacrificar emociones, es lo que Silva busca impulsar. “¿De qué sirve un producto que no uso? El auto debe ser parte de tu vida diaria. La sala de ventas no debería ser solo para vender autos. Debería ser un lugar para disfrutar un café, tener una charla o compartir con amigos”.
Aunque Maserati planea crecer en México, Silva deja claro que no será a costa de diluir la marca. “Queremos expandirnos sin masificarnos. Por ejemplo, este año abrimos la preventa del Grecale de 300 caballos de fuerza desde 1’750,000 pesos. Eso nos permite hablarle a una audiencia más joven, sin perder el alma de la marca”.
También adelantó que lanzarán productos como el GT2 Stradale, “un superdeportivo habilitado para la calle que hace menos de 3 segundos de 0 a 100 km/h”, y la línea Folgore de vehículos 100% eléctricos: Grecale, GranTurismo y GranCabrio.
La estrategia contempla crecimiento a doble dígito para los próximos tres años. “Estamos hablando de crecimientos de dos dígitos en 2025, 2026 y 2027. Pero no podemos sacrificar la estrategia por vender más. Si lo hiciéramos, perderíamos lo que nos hace diferentes”.

Electrificación sin perder la esencia
El enfoque hacia los autos eléctricos en Maserati es gradual y medido. “No transformaremos Maserati en una marca 100% eléctrica. La electrificación debe ser una evolución democrática. Mucha gente quiere un eléctrico, pero aún no puede convivir con él”, afirma.
Lo esencial para Silva es que el auto eléctrico no pierda el ADN Maserati. “Te subes a un Folgore y sigue siendo un Maserati. La estética, el interior, la emoción al manejar, todo está ahí. No cambiamos el producto por ser eléctrico. Hasta ahora, la respuesta de los clientes ha sido positiva. La electrificación nos permite incluso ofrecer más torque y mantener la esencia de la marca”, sostiene.
Silva anticipa que los próximos diez años serán de cambios profundos. “Vamos a ver vehículos autónomos que cambien el estilo de vida urbano. Pero la emoción seguirá siendo clave. Quiero poder elegir entre que el auto me lleve o manejarlo por gusto, tomar una ruta más larga para relajarme”.
La electrificación también habilita nuevas formas de diseño. “Ya no hay un motor que condicione el diseño. ¿Qué formas de vehículos surgirán con esa libertad? No lo sé, pero espero que el diseño siga siendo una prioridad”, concluye.




